Cuando eres joven, como Cécilia, te sientes intocable, casi invencible. Así que no piensas en el cáncer de mama. Al menos no de inmediato. Si bien es cierto que el cáncer de mama afecta principalmente a mujeres de más de 50 años (la edad media del diagnóstico de cáncer de mama es de 63 años)*, eso no significa que las mujeres jóvenes estén exentas.

Casi 3.000 mujeres con cáncer de mama tienen menos de 40 años. Ciertos factores pueden, por supuesto, aumentar el riesgo de cáncer de mama, como la predisposición genética, el tabaquismo y/o el consumo de alcohol (más de 6 copas a la semana) o la obesidad. ** Pero aunque el cáncer de mama es una enfermedad rara en las mujeres menores de 35 años, e incluso excepcional en las menores de 20, no debemos olvidar que existe. Por eso es tan importante hacerse un autochequeo y acudir al médico ante la menor duda.

*Fuente: Institut Curie
**Fuente: Ruban Rose

Whitney tenía 26 años cuando se detectó un bulto en el pecho e inmediatamente pensó que era cáncer. Whitney pidió cita con su ginecólogo, que sólo le hizo una ecografía: "¡A tu edad, no puede ser cáncer de mama! Whitney se marchó con sus preocupaciones y una píldora anticonceptiva. El hecho de que el bulto del pecho no le doliera la tranquilizó durante todo un año. Pero al año siguiente, el mismo bulto empezó a molestarla, y luego a dolerle.

El simple roce del sujetador se volvió doloroso. Pidió cita con otro médico, que decidió hacerle más pruebas. El bulto en el pecho de Whitney, inicialmente indoloro, era en realidad un signo de cáncer de mama. Un cáncer que finalmente requirió una mastectomía, 16 sesiones de quimioterapia y 15 sesiones de radioterapia. Un bulto sospechoso en la mama no es necesariamente doloroso; de hecho, menos del 7% de las mujeres declaran sentir dolor como síntoma de cáncer de mama*. Por eso es vital que, ante cualquier duda, pida cita con su médico lo antes posible, para que le haga una exploración y averigüe qué está pasando.

*Fuente: Evaluation and management of breast pain, Robin L. Smith, Sandhya Pruthi y Lorraine A. Fitzpatrick

Víctor tenía 15 años cuando supo que su madre tenía cáncer de mama. A la conmoción de la noticia siguió un periodo difícil: en plena adolescencia, Víctor estaba también en plena construcción, intentando sobrellevar lo mejor que podía su tristeza, sus miedos, su necesidad de ligereza y su amor púdico por su madre, pero una crisis seguía a otra. Hay que decir que, en aquella época, él sabía muy poco de la enfermedad.

Y fue incluso 10 años más tarde, durante nuestra sesión fotográfica, cuando se enteró de que el cáncer de mama también puede afectar a los hombres. Es cierto que los hombres sólo representan el 1% de los casos de cáncer de mama*, pero como se sienten tan poco concernidos, no piensan en ello y a menudo se les diagnostica en una fase ya muy (demasiado) avanzada... Por eso es tan importante recordar: no, el cáncer de mama no es sólo cosa de mujeres.

*Fuente: Ruban Rose

A principios de 2022, Yann-Estelle tenía 26 años. Un día cualquiera, mientras se duchaba, todo cambió: sintió un bulto en el pecho. Pero Yann-Estelle no se preocupó: al fin y al cabo, era joven y nadie de su familia había padecido cáncer de mama. Un mes después, Yann-Estelle sintió un segundo bulto en el pecho y se sometió a más pruebas. Yann-Estelle tenía un cáncer de mama HER2 positivo.

Dos años después, Yann-Estelle es categórica: "Después de mi cáncer, mis amigas se han vuelto más sensibles a lo que puede ocurrirles a sus pechos. Es una bendición... Pero si tuviera que dar un consejo, sería que se hicieran una autoexploración mamaria una vez al mes, después de la menstruación. Es rápido y fácil de hacer, y puede cambiarlo todo". La autoexploración bien pudo ser lo que salvó la vida de Yann-Estelle. De hecho, el cáncer de mama detectado a tiempo es curable en 9 de cada 10 casos*.

*Fuente: página web de Assurance Maladie

Cuando te conviertes en madre, como Leila, inevitablemente surgen preguntas sobre los genes y la transmisión, a veces de forma solapada. En lo que respecta al cáncer de mama, una cosa es cierta: sí, existen formas hereditarias de la enfermedad, pero en realidad sólo representan entre el 5 y el 10% de los cánceres de mama. Se sospecha de una forma denominada familiar cuando varias personas de una misma familia padecen o han padecido cáncer de mama.

Muy a menudo, esto se debe a una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2, que aumenta entre un 40 y un 80% el riesgo de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de la vida. * En la mayoría de los casos, son factores externos los que pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama, como la edad de la persona, una pubertad precoz unida a una menopausia tardía, el consumo regular de tabaco y/o alcohol, la obesidad** o la inactividad física.

*Fuente: Fondation pour la Recherche Médicale
**Fuente: Ruban Rose

Marielle tenía 50 años cuando le diagnosticaron cáncer de mama. Antes de que le afectara, asociaba el cáncer con la enfermedad en su máxima expresión, con la muerte. Sin embargo, iba a renacer, a pesar de que le habían dicho que el camino iba a ser muy difícil: 18 meses de tratamiento largo y doloroso. En ese momento, estaba agotada y luchaba por encontrar su lugar, pero fue su lucha contra el cáncer de mama lo que finalmente le dio un sentido de legitimidad.

Para hacer una pausa, establecer prioridades y escucharse a sí misma. Más que nunca, cuidó de sí misma, aprendió a quererse pero también a decir no. Encontró consuelo en los grupos de debate, información valiosa en los medios especializados y ayuda en la medicina alternativa: sofrología, homeopatía, reflexología y magnetismo.

Desde entonces, Marielle es modelo senior y asesora de imagen. ¿Su objetivo? Reconciliar a las mujeres con su imagen, con un mensaje claro: la belleza se encuentra en todas partes, incluso en la adversidad.